De compras {Bree}

Me había quedado sin música, todo estaba un poco aburrido, Fred estaba metido en la televisión del cuarto de hotel donde nos habíamos hospedado y bree seguía metida en sus libros, espero muy en el fondo sabía que estaba aburrida, era la cuarta vez que la veía leer el mismo libro, sabía que necesitaba nuevos, además necesitábamos salir un poco de ese lugar.

No me tomé la molestia de sacar a Fred de su pequeño espacio entre la tele y el, así que sólo me senté a un lado de la cama junto a Bree y la miré hasta que ella me mirara con sus ojos hermosamente rojos. Cuando lo hizo sonreí, tenía la atención de ella en mí.

Tomé entre mis manos el libro que leía y lo lancé al otro lado de la habitación, ella mi miró con cara de enojada al principio y luego se relajó cuando le sonreí. Sabía que con una mirada captaba lo que quería decirle, pero también lo hablé.

-Creo que deberíamos..- dije y suspiré un poco- deberíamos ir de compras, solos- esa ultima palabra la dije para dejar en claro a fred que no quería que viniera, pero el no pareció tomarlo a mal, porque sólo no dijo un simple “aja” y regresó a ver su tele.

Salí de la habitación junto a bree, cuando llegamos al elevador la miré y sonreí.

-Es la cuarta vez que te veo leyendo eso, no me digas que no quieres libros nuevos- dije aun sonriendo.

Estaba tan aburrida, ya había leido 4 veces este libro ya sabía lo que decía pero no tenía otra cosa para distraerme, así que siguí leyendo, en eso me percaté que Diego se aproximaba a mi, ´se sentó en la cama me miro fijamente y lanzó mi libro, al principio me sentí molesta pero luego me di cuenta que él también estaba aburrido, él y yo nos miramos y me dijo que fueramos de compras solos, yo acepté y salimos de la habitación del hotel.

Cuando estabamos en el elebador el me dijo que si tenía ganas de nuevos libros y yo le rpondí: -claro ya me hacen falta-. Después de unos segundos llegamos a la parte de abajo y salimos de hotel, él tomó mi mano y me sentí tan bien cuando lo hizo, adoraba estar junto a él me sentía protegida en todo momento, no podía explicar lo que sentía por él era algo demasiado grande e inexplicable, en esos pequeños me estrellé con un poste, nos detuvimos y el me abrazó y luego me sobó:-auch- dije, el me dijo que tuviera más cuidado y seguimos caminando.
Por fin llegamos al centro comercial y entramos a la librería.

Escuché lo primero que dije y reí con ganas.
-Te hace más que falta, mírate, la cuarta vez que lees ese libro, no se tu pero con solo mirarte con el mismo libro me empiezo a aburrir-dije en broma.
Cuando salimos del hotel, miré antes que nada que de verdad estuviera oscuro, no quería arriesgarme ahora a que un humano me viera y tener que estar frente a esa bola de vulturis otra vez. Tomé la mano de Bree, me gustaba sentir que estaba a mi lado, era muy linda y graciosa, muy en el fondo le agradecía a Riley y a Victoria por crear a una chica tan linda como ella.
Caminaba entre mis pensamientos cuando escuché un sonido metálico y luego vi a Bree enfrente de un poste y Reí de nuevo.
-Vamos Bree activa tu visión-dije entre risas, seguido de un Abrazo y luego comencé a sobarla. Sabía que era vampiro y que probablemente apenas y sintió el golpe, pero me gustaba sentir que me necesitaba, quería cuidar de ella.
-Ten más cuidado por donde vas, no es que no me gusta sobarte cuando te golpeas pero no necesitas pegarte para llamar mi atención-Bromee y tome su mano una vez más.
El centro comercial no estaba lejos, entramos y Bree fue directa a los libros, en cambio yo a los CD’s, ¿Cuáles podía comprarme?, en lo que me decidía volteé donde estaba Bree pero no la encontraba, había mucha gente y se me había perdido de vista.

No sabía que libro escoger ninguno me llamaba la atención pero tenía que buscar algo para leer o si no tendría que volver a leer ese libro por quinta ves, así que tomé el primero que vi; me dirigí a la caja y lo pagué.

Cuando terminé pensé en comprarle un obsequio a Diego en agradecimiento por todo lo que a hecho por mí pero no quería que se diera cuenta, sabía exactamente lo que le queria dar pero antes de ir a buscar su regalo me aseguré de que él estubiera distraido.

Salí del departamento de libros y me dirigí a lo ropa de hombre que estaba cerca de los discos, no me costó nada de trabajo esconderme de él porque habiá mucha gente pero lo único malo fue que terminé apachurrada en la pared por la multitud.

Quería comprarle aquella chamarra que vimos lla última vez que venimos. La tomé y la fui a pagar pero había demasiada gente en la caja. Estaba algo desesperada ya había tardado demasiado y no era lógico tardar tanto para comprar un solo libro.

Cuando por fin salí de la caja con su chamarra fui directo hacia él y me pude dar cuenta de que me andaba buscando. Quise sorprenderlo así que lo abraze por detras, el se volteó y me abrazó sintiendose alivianado de haberme encontrado. Me separé de él y de inmediato estire los barazos mostrándole aquel regalo que le había comprado y le dije: - espero que te guste - él me intentó decir algo pero no pudo pronunciar alguna palabra entonces nos quedamos en silencio mirándonos, pero luego yo le dije: - quería agradecerte todo lo que has hecho por mi- me volvió a abrazar pero esta vez más fuerte que antes.

No puedo creer que sea tan idiota como para perderla de vista, era increíble lo torpe que era ahora. Intenté seguir su olor pero cada que me concentraba en rastrearla un olor de humano me venía y me distraía de manera torpe. Hacía tiempo que me había alimentado y no necesitaba tanto la sangre pero eso no significaba que no la quisiera beber en un momento como este, en todo caso lo único que quería era encontrar a Bree.

Con la mirada hice otro intento por buscarla pero nada, todo estaba rodeado de humanos, seguro había de esas ofertas importantes. Miré a un niño tomado de la mano de su madre pidiéndole un juguete y la madre negó con la cabeza haciendo que le niño llorara, en cuando el niño soltó en llanto la mamá se lo compro y eso me hizo recordar mi infancia como humano, un chico como aquel niño de allí. No extrañaba mi vida, pero había cosas que si extrañaba, como el sabor de los helados o el pastel, era increíble que ahora no los soportara a que cuando era humano no me separaban de ello.

Entre mas concentrarme sentí su olor, inconfundible olor de Bree y venía de mi espalda. Me iba a dar vuelta para verla pero sentí su abrazo y sin aviso yo me di vuelta a velocidad inhumana –suerte que nadie me vio- y la abrasé aliviado de tenerla de nuevo aquí en mis brazos. Miré que se separó y me quedé desconcertado, pero luego miré la razón y sonreí. Intentaba decirle lo mucho que me había gustado, que me había sorprendido pero las palabras no salían. Había investigado que los vampiros si podían entrar en shock y estaba seguro que yo estaba en un shock grande.

La miré por un segundo y en cuento habló ordené a mi cuerpo que la abrazara mas fuerte que nunca, quizá la lastimaba por mi fuerza pero no podía evitarlo, habría sido una buena acción de su parte, eso inmediatamente me hizo odiar a Riley por quitarle su humanidad, pero luego le agradecí, sin el ella no estaría aquí conmigo.

-No se que decir, yo..- dije y luego me incliné para besarla. Me gustaba y mucho, pero no nos habíamos besado por falta de tiempo, además Fred siempre estaba con nosotros, si nos manteníamos cerca lo pondríamos incómodo. Deslicé mis labios a los suyos, sabía que ambos éramos fríos, pero yo sentía sus labios suaves. Deslicé mis manos a su espalda y sonreí al ver que ella hacía lo mismo.

Durante aquel largo abrazo, me percate que Diego había entrado en shock, no sabía que los vampiros pudieran entrar en shock, pero al parecer era posible; también era muy extraño que Diego se quedara sin palabras, porque el siempre tenía palabras para cualquier situación, con cualquier plática que escuchaba o tenía siempre sacaba tema de conversación, lo cual era una de las cosas que más me gustaban de él.

Esas simples señales me dieron mucha seguridad porque de inmediato supe que si le había gustado lo que le había dado.

Mientras estaba sumergida en mis pensamientos sentí los dulces labios de él sobre mi boca, me agradaba sentir aquella sensación de electricidad que recorría mi cuerpo cada vez que nos besamos; en ese momento pude en duda todos mis conocimientos sobre los vampiros, porque según yo un vampiro no siente las mismas emociones y temperaturas de los humanos, pero era mentira, porque ahora que él me está besando me siento viva, siento todas esas emociones que no había sentido desde mi transformación, lo cual me hace sentir tonta por no conocer mi propia raza.

Hace mucho tiempo que Diego no me besaba así, porque siempre estábamos en compañía de Fred lo cual era algo incómodo para él y para nosotros, así que tratábamos de mantener los besos al mínimo.

Las manos de Diego sobre mi espalda me despertaron rápidamente de mis pensamientos, haciéndome sentir otra vez la sensación de electricidad en todo mi cuerpo pero esta vez mas fuerte, en una milésima de segundo mis manos se posaron sobre su espalda, fue un reflejo involuntario que no quería dejarlo pasar, lo cual fue muy extraño ya que yo no hacía eso, pero con Diego todo era diferente, sentí una sonrisa que se dibujó en los labios de Diego mientras mis manos se aferraban a su espalda.

Cuando ese momento terminó, aún con sus manos en la espalda le sonreí; poco a poco fui regresando a la realidad y regresó a mi mente la idea que no estábamos solos, si no rodeados de gente loca por comprar, lo único malo es que ahora todos nos miraban; fue tan bueno el momento que olvidé todo lo que nos rodeaba, así que me apresure a decir: -aaammmm, Diego habíamos olvidado una cosa muy importante-, el me vio desconcertado, y volví a decirle: -estamos rodeados de gente, que ahora nos ve-