Una noche poco común {Bree, Ness y Jacob}

Al fin había escapado de las ordenes de Riley, estaba libre al fin y al cabo, había estado viviendo entre varios hoteles y lugares cerca de Bree y Fred, era lo único que no quedaba, mantenernos unidos.
Suspiré mientras salía del hotel dispuesto a ir a cazar, mis ojos eran completamente negros, se notaba la infinita sed que tenía, inmensa.
Noté que no se encontraba Bree en el hotel, y Fred estaba demasiado concentrado mirándose a la luz del sol sorprendido que me dio risa.

Caminé por las calles de Seattle en busca de algún humano despistado y dispuesto a morir. Escuchaba que uno se acercaba, olía su sangre a metros de distancia, podía sentir el ardor en mi garganta quemándome.

Respiré mas profundamente y me preparé para cazar.

Hoy ppensé en salir muy temprano del hotel, quería sentir el aire fresco en mi cara. No queria dejar solos a Fred y a Diego porque sabía que Riley se habia escapado esa vez, pero tenía a confianza de que estuviera muy lejos de aquí... por el momento.
Me decidí a salir y dirigirme directo a una tienda de libros, todos mis libros se habían quedado en aquella casa que se quemó, me hacían falta aquellos libros que habeces me sacaban de la vida real; también queria comprarles unos regalos a Fred y a Diego para demostrar todo el cariño que sentía por ellos.
A medio camino me percaté que no había cazado desde aquella pelea, así que empeze a sentir ese inmenso ardor en mi garganta que me obligo a cambiar de dirección justo hacia ese latido que escuchaba, a la sangre que corría por las venas de esa mujer.
Me prepare para cazar y justo cuando salté hacia ella me di cuenta que Diego estaba ahí tambien con la intención de cazar a esa mujer
Quería dejarsela a Diego pero el ardor de mi gargante era tan intenso que no lo soportaba; en ese momento iva pasando un vagabundo, así que yo tomé al vagabundo y le dejé la mujer a Diego.
Cuando terminamos de beber me percaté de un olor muy familiar, cuando voltee me di cuenta que era Renesmee, Diego y yo nos miramos y en seguida volteamos a ver a Ness

Al fin el instituto había terminado, tenía tantas ganas de correr hacia la push y ver a Jacob, era lo único que me hacía que el instituto no fuera horrible. Había intentado escaparme de la escuela, pero a punto de correr mi padre leyó mi mente y me hizo regresar. Me agradaba la idea de que alice no pudiera leer mis pensamientos, si los pudiera ver moriría de vergüenza con cada cosa que vería entre jake y yo.

Me puse la mochila en el hombro y salí del instituto, al parecer mis padres habían decidido que tenía la edad adecuada para regresar a casa sola sin que nada me pasara, me era muy genial poder sentirme así, sin los ojos de Edward observándome en cada movimiento ni las bromas de Emmett.

Metí las manos a mis bolsas y me puse los audífonos de mi MP3 escuchando música, claro de luna, una hermosa canción que me recordaba a mis padres y sus historias que me contaban para irme a dormir. El piano me relajaba, hacía que el camino a casa se hiciera mas corto. El aire revolvió un poco mi cabello, haciendo que algunos de los chicos que pasaran me voltearan a ver. Mi padre los espantaba cuando me miraban, pero ahora no estaba nadie de sobreprotector, siendo así les sonreí, pero a mi mente vino la imagen de jake, muy raro. El sólo era mi mejor amigo, lo quería muchísimo, pero por alguna razón me sentía mal si hablaba con otros chicos que no fuera el, quizá porque sólo había crecido con el y con seth a mi lado.

Me seguí el camino rumbo a casa, cuando recordé a Alice, ella me mataría si me veía con esta ropa, traía unos pantalones de mezclilla y una simple blusa blanca, sin duda a Alice le daría un ataque si me veía, suerte que no podía verme en el futuro si no, podía considerarme muerta.

Me desvié en una calle que iba directo a Port Angeles, allí compraría ropa antes de llegar a casa, si mis padres se preocuparan me llamarían por teléfono. Antes de llegar a Port Angeles llegué antes a Seattle, un lugar feo, lo recordaba por algunas cosas que me habían pasado, hasta miedo me daba.

Escuché cerca a una señora gritar, un grito que sólo pude reconocer como “comida”, si, estaba siendo bebida por vampiros, vampiros que quizá podían olerme y cazarme. ¿Los vulturis?¿Victoria?¿Riley?.

Caminé hacia los gritos cuando vi a Bree y Diego parados con sangre en la boca, a un lado en el piso estaban los cuerpos de una señora y un vagabundo ensangrentados y secos, muertos.

Al principio verlos allí parados me dio miedo, retrocedí un paso, cuando bebes no puedes detenerte. Sentí muchas ganas de lanzarme a los cuerpos y beber lo único que quedaba de ellos, pero no me lo permitían mis padres, sólo podía beber sangre que me permitiera el abuelo Carlisle. Los miré a los ojos, primero a Bree y después a Diego. Me quité los audífonos y suspiré.

-Chicos… parece que no es un buen momento ¿eh?- dije sonriendo y mirando a los cuerpos sin vida en el suelo.

Estaba concentrado en la sangre y en sólo pensar que la quería en mis venas. El ardor incrementaba y escuchaba que la señora se acercaba cada vez más, podía sentirme cada vez mas serio, mas recto más… depredador.
Sentí un olor muy conocido, el que me hacía sentirme bien todo el tiempo, sabía que era Bree, pero ¿Qué hacía aquí?.

Me di vuelta para mirarla a los ojos, podía notar que ella también tenía sed, quería cazar como la primera vez que nos conocimos, pero ahora era diferente. Vi que me dejó a la señora y le agradecí por dentro, la sed me mataba y la sangre de esa señora tenía un buen sabor, no estaba para nada infectada con medicinas o alcohol, estaba pura.
Había sangre rodeando mi boca de manera que si alguien me veía sabría a la perfección lo que yo era.
Bree tomó a un vagabundo que por mala suerte pasaba por allí, vi como un destello en sus ojos, señal de que su sed se había disminuido.

Tiré el cuerpo de la señora a mi lado derecho haciendo un leve ruido al caer, escuchando el sonido de sus huesos romperse con el contacto del suelo y la falta de sangre.

Sentí un olor peculiar, conocido, muy lejano pero conocido, el latido del corazón de aquella persona que se acercaba era diferente a el de los humanos e incluso distinto al de los lobos, aquella persona que yo apreciaba aunque no la conociera muy bien. Noté que también Bree lo sintió, era algo que no se podía dejar pasar.

Su cara al vernos con los cuerpos indicaba que tenía miedo, como si nunca hubiera visto cazar a alguien, pero después se tranquilizó quitándose los audífonos.

Habló y yo sonreí, era nadie mas y nadie menos que la pequeña cullen: Nessie. ¿Qué hacía aquí?¿los cullen sabían?. Tome de la mano a Bree y me acerqué lentamente a Nessie demostrándole que no le haríamos daño.

-si, un poco, pero bueno que no había nadie mas por aquí- dije devolviéndole la sonrisa- hola Renesmee ¿cierto?- pregunté para estar completamente seguro, aunque no había nadie como ella, al menos no que conociera.

En aquel momento en donde nuestras miradas se cruzaron me di cuanta que Ness tenía miedo pero después de unos momentos el aspecto en su rostro cambió. Diego también noto la impresión que tenía en su cara pero no dijo nada. En ese momento sentí la textura de su mano como se entrelazaba con la mia, y caminaba hacia el frente con la intención de demostrarle que no le haríamos daño.
Después de una pequeña charla entre ellos le dije a Ness: -Pequeña Ness ¿que haces por aquí?-

Ella no me contestó, pude ver su desconfianza en sus grandes y rígidos ojos, me sentí algo incomoda así que apreté con más fuerza la mano de Diego el se quejó un poco pero me correspondió el apretón.

Ya no sabía que hacer ante ese silencio eterno que se mantenía entre nosotros, quería hacer algo, pero no se me ocurría nada para que Ness cambiara ese aspecto de desconfianza.

Su mirada seguía torturándome no sabía que hacer para cambiar esa primera impresión que le causamos Diego y yo. Miré a Diego preocupada y le dije: -ayúdame con esto por favor-

El sol poco a poco se estaba ocultando detrás de las nubes, dejando que un aire frío recorriera mi cuerpo y me hiciera estremecerme. Sabía que ellos no habían sentido el frío por lo que eran, pero en cuestión de segundos yo empezaría a temblar quizá.
Estaba acostumbrada un poco a estar calientita todo el tiempo, estar junto a jake me hacía no pasar ningún tipo de frío, estaba muy caliente él, y aunque a mi padre no le gustaba que estuviera tan cerca de jake, no me importaba, era necesario.

Vi que diego tomó la mano de Bree mirándome directamente a los ojos, su mirada, con sus ojos finamente rojos me hacía débil, sentía que en algún momento caería de mareo o algo parecido, no me gustaba estar frente a unos ojos tan intensamente rojos. Se acercaron lentamente y yo retrocedí inmediatamente, fue casi por reflejo más que por otra cosa, no es que no los quisiera, pero a veces era mejor mantener la distancia de las personas que no sabes como van a reaccionar.
Noté que su mirada era tranquila, de confianza, incitándome a confiar en que no me harían nada, pero yo no confiaba seguidamente en nadie.

Lo escuché hablar, su voz como la de los demás vampiros, suave y con un toque de perfección único, era como escuchar a tío jasper hablar.

-Si, Renesmee- dije metiendo a las bolsas del pantalón mi reproductor y regresando mi mirada a la suya- y tu debes ser… ¿Diego?-pregunté, pero sabía exactamente quien era, mi padre a veces hablaba de él con cierto rencor.

Escuché al segundo hablar a Bree, su voz tan dulce como la de mi tía Alice, quería responderle pero en el momento que lo iba a hacer desvié de nuevo la mirada a los cadáveres. Sabía que no podías cambiar tu naturaleza, pero cazar así a muerte era muy difícil para mí, no podía no tenerles miedo simplemente.

Nos inundó un silencio, de aquellos incómodos en los que no sabes ni que decir porque sabes que lo que sea que digas estará mal, así me sentía, era demasiado tarde para contestar a lo que me había dicho, y yo no quería sacar platica, así que me limite a mirarlos de arriba hacia abajo estudiándolos.

Escuché que le dijo algo a Diego, pero yo seguía allí parada, limitándome a mirarlos con una mirada muy pesada de aquellas que ponían nervioso a cualquiera.

La desconfianza parecía ser un patrón único de Renesmee, ya que en ningún momento pudo confiar en mí a pesar de que le daba la iniciativa de hacerlo, había salido con aquella desconfianza que heredó de su padre. Edward, el siempre tan desconfiado de los demás vampiros, aunque también no podía juzgar a Renesmee, ella nos había visto como éramos, cazando, ensangrentados de la cintura para arriba, apenas era una niña, como es que no nos iba a tener ni un poco de miedo?

Me alegró saber que mi memoria no andaba mal, y que ella había aceptado que era Renesmee, al menos era un paso más allá. Dijo y nombre y asentí. –Diego, exacto- dije aun con mi mano en la de Bree, sintiendo que debía estar cerca de ella, no sabía porque, sentía como si de alguna manera algo fuera a pasar y tuviera que protegerla. Últimamente tenía aquellos sentimientos hacía Bree, como si diera mi vida entera por ella, como si mi mundo girara sobre ella, ¿Qué me pasaba?.

Hubo un silencio, Bree intentó con sus fuerzas romperlo pero Renesmee se limitaba a mirarnos con desprecio o miedo, como si con moverse nos la fuéramos a comer, no me gustaba que ella me tuviera miedo, yo no era técnicamente malo, sólo era distinto a sus padres, yo me alimentaba de sangre normal, no de bambi.

Bree se empezó a poner mal, como si la mirada de la chica la torturara a no poder mas, yo no podía dejar ni permitir que Bree se pusiera así, incómoda. Mi mirada se clavó un segundo con la de Bree y la escuché pedir ayuda, sabía que era todo esto nuevo para ella, así que decidí acceder.

-ok, tranquila, Bree por favor- susurré y tomé su mano con mas fuerza.

Caminé hacia Renesmee junto a Bree. –No te haremos daño, no nos mires de esa forma- comencé diciendo con una sonrisa torcida de las mías- ¿nos tienes miedo?-pregunté mirando su reacción ante aquella pregunta.

Después de pedirle ayuda a Diego el me respondió rápidamente, lo cuál me dio esa seguridad que hace pocos segundos no tenía, pero la mirada de la pequeña cullen seguía matándome, presentía que jamás le iva a poder agradar.
Sentí un pequeño jalón por parte de Diego el cuál me llebava justo al lado de Renesmee; inmediatamente le aseguró que no le haríamos nada, en ese momento quize decirle que no tenía nada que temer pero las palabras no podían salir de mi boca.

Volteé a ver a Renesmee pero me di cuenta que ella tenía tantas ganas de hablarnos como nosotros a ella pero no sabía por donde ni como empezar. En ese momento pensé que si le demostraba también mi inseguridad nos entendería mejor así que le dije:-Renesmee sabemos que estas asustada y yo también; se que no nos conoces ni nosotros a tí, pero no es razón para mantenerse callada todo el tiempo sin decir nada-.

Cuando terminé de decirselo el aspecto de su mirada cambió y pude darme cuanta que había progresado en algo, inmediatamente voltee a ver a Diego y le sonreí, él me devolvió la sonrisa; le regresé la mirada a Renesmee y ella me sonrió.

Estaba tan entuciasmada porque creo que Renesmee por fin había comprendido que no le ivamos a hacer nada así que fui diracto hacia ella y la abracé.

Miedo… no, estaba segura que ya no era miedo lo que sentía, simplemente desconfianza. Todos los vampiros que no me resultaban muy familiares me recordaban a los vulturis, aquella tarde en que querían asesinarme porque pensaban que era mala. Si no hubiera sido por tía Alice y Nahuel yo no estaría viva, les debía mucho.

Sabía que mi mirada les incomodaba, quizá un poco o mucho, yo no quería causar ese efecto en ellos, sólo quería algunas respuestas, hablar, que me explicaran la razón de porque asesinaban tan abiertamente en ese lugar, cualquiera podría haber sido esa comida pro arte del destino.

Vi que Diego apretó mas fuerte la mano de Bree y se acercaron a mi, pero esta vez no retrocedí, me limité a esperar y ver cual sería su siguiente movimiento, esperaba que no tuviera que hacer algo como gritar, pero algo en la mirada de la chica me hacía sentir que no debía temer.

Escuché a diego seguido vi su sonrisa que me hizo inmediatamente sonreír, era de aquellas sonrisas que se parecían a las de mi padre cuando quería algo.

-Yo…-comencé a decir pero me callé al instante cuando sentí el frío de nuevo.

Escuché a la chica hablar, a Bree, sabía que era sincera, ella tenía razón, no podía quedarme como mensa callada sin decir nada, pero que mas podía hacer, estaba en shock, sabía que eso me pasaba muy poco, no era a menudo que sentía eso, era extraño. Mi mirada cambio, ya no era como la de antes, era mas dulce.

-Lo siento yo..-iba a decir de nuevo cuando sentí que me abrazó. Yo no sabía como responder, así que le regresé el abrazo. Era fría como mis padres, el mismo tacto que abrazar a tía alice, frío, me hacía estremecer.
Escuché un ruido por detrás y me di vuelta.

Me había levantado para pasar el día en la push, quería ver a nessie pero sabía que hoy tenía que ir al instituto y no quería que pensara que la estaba siguiendo, aunque sería cierto, la seguiría sólo para estar seguro de que estaba a salvo.

Me levanté, cambiándome y despidiéndome con un gesto en la mano hacia Billy, no había razón para que le dijera hacia donde iba, seguramente el ya lo suponía, lo que hacía estos últimos años era lo mismo, pasar el mayor tiempo que pudiera con Renesmee, era lo que hacía que me levantara cada mañana con las ganas de vivir.

Me puse, .-muy raro-. Una camiseta y fui hasta el instituto de forks, era la salida de renesmee, estaba seguro que le alegraría verme, siempre lo hacía, con aquellos ojos y esa sonrisa que ponía al verme cada día.

La vi salir del instituto pero al parecer ella no notó mi presencia, se puso unos audífonos y caminó hacia otro lado que no era el camino para su hogar. La seguí unos metros atrás, no quería pero sentía que debía protegerla. Escuché unos ruidos que sólo podían ser de vampiros cazando, nessie se metía en algo grueso.

La perdí de vista, no podía localizarla en ningún lugar, me estaba desesperando, buscaba entre los callejones, las tiendas y todo. No había rastro alguno de resnesmee, nada, era como si se hubiera perdido, yo estaba igual perdido. Todo estaba mal, hasta que escuché su dulce voz tras una calle, alcancé a escuchar que se disculpaba con alguien.

Corri hasta donde la había escuchado y la vi abrazada de una vampira, se me hacía conocida la vampiro, al igual que el vampiro rubio que estaba enfrente viéndolas. Cuando caminé mas tropecé con un bote de basura que se encontraba allí e hice que nessie volteara y me viera, en realidad, logré que los 3 me vieran.

-Hola- dije mientras miraba a los vampiros y luego los hermosos ojos de nessie.

Al momento de abrazar a Ness me sentí bien con migo misma, pero esa sensación duro muy pocos segundos poruqe escuchamos un ruido y en seguida voltemos; de inmediato puede notar que era una persona muy importante para Ness porque sus hojos destellaron desde que lo vio, era algo como lo que yo sentia por Diego, no sabía quien era pero estaba atarrada así que regresé justo al lado de Diego, el me abrazó y volvió esa sensación de seguridad a mi.

Me gustaría saber quien era aquel chico que estaba parado ante nosotros y al parecer sabía lo que eramos y no lo disimulaba ni un poco.

Observe a Ness y a ese chico desconocido por un momento y me di cuanta que los dos no se habían dejado de mirar desde el momento en que llegó; despues de unos segundos más él nos miro muy extrañamente y tuve que preuntarle:-¿quien eres tu y que estás haciendo aquí?-.
Enseguida Diego sujetó mi mano con gran fuerza poniéndose enfrente de mi.

Vi el intento de Bree de calmar a Nessie, me sorprendió que funcionara, ya que toda esa platica y esa inseguridad de Renesmee de había caído, ya que cuando Bree me soltó y la abrazó, ella le correspondió el abrazo de igual manera, agradable.

Todo habría estado bien hasta que sentí un olor horrible, era el olor de un licántropo, y después de eso escuché un ruido de un bote, las chicas se voltearon rápidamente, yo en cambio me di vuelta lentamente.

Allí de pie estaba un chico, alto y fuerte, un licántropo sin lugar a dudas, nos miró y nos saludó. Noté que Bree se ponía nerviosa y regresó a mi lado, la abracé fuerte dándole fuerza, que sintiera que estaba a su lado, como en todo momento lo estaría.

Nadie respondió a su saludo, estaba a punto de hacerlo cuando noté como se miraban Renesmee y el, como si en un mundo solo estuvieran ellos dos, como si no estuviéramos ni bree ni yo, aquella mirada tan fuerte que me hizo sentir un poco incómodo de estar allí, como si violara si privacidad o algo.

Bree habló y eso hizo que ellos rompieran su contacto visual y el la volteo a ver de una manera brutal, como si le hubiera dicho un insulto o algo así. Su mirada se clavó en Bree y yo me enojé, así nadie miraba a bree, era una mezcla de enojo con odio.

Abracé fuertemente a Bree, y miré al licántropo.

-Jacob, cuanto tiempo-dije con voz tranquila.

Al voltear de ese ruido tan fuerte que se había escuchado en el silencio pensé que sería un desafortunado humano que por malísima suerte se había encontrado en ese lugar, pero en vez de un simple humano estaba Jacob, mi jake estaba allí de pie.

Saludó mirando a los otros, yo quería decirle un hola pero las palabras no me salían, eran imposible que pudiera articular alguna palabra.
Sus ojos y los míos se conectaron de tal forma que no quería moverme de esa posición, era tan hermoso, perfecto, era como ver la luz por primera vez, no podía dejar de verlo como la primera vez que lo vi.

Mi corazón comenzó a acelerarse de manera loquísima, podría jurar que sentía como se salía de mi pecho, juraba también que el como Bree y Diego lo podían escuchar. Comencé a sentir como la sangre me subía por el cuerpo, nuestras miradas jamás se despegaban, me sentía completa, protegida, muy bien.

Noté mis mejillas completamente calientes, estaba segura que estaba empezando a sonrojarme, pero no había nada mas perfecto que Jacob allí parado mirándome como si fuera la cosa mas hermosa del mundo, como si no pudiera vivir ni un día mas sin mirarme.

¿Cómo me había encontrado?¿Que hacía allí?. Tenía tantas preguntas que hacerle pero no dejaba de pensar en sus ojos, que momento. Mis piernas comenzaron a temblar, sentía que en cualquier momento caería allí mismo. Diario veía a jake, pero cuando era de sorpresa como ahora me ponía en estado de shock.

Como era de esperarse se veía realmente guapo, lastima que llevaba puesta una camisa y tapaba su cuerpo que diario tenía la fortuna de tocar. Tenía unos pantalones y su cabello un poco alborotado, estaba perfecto para mí.

Mi corazón aun no se tranquilizaba, podía notar que tal vez Bree y Diego estaban mucho más incómodos que antes, pero no podía hacer nada, no podía incluso pensar con cordura ni moverme. Sentía el piso moverse, todo se movía entorno a Jake. Le sonreí un poco, fue lo único que pude hacer de nuevo con mi cuerpo, esto hasta que una voz me hizo salir de trance.

Era Bree, le hablaba sin lugar a dudad a Jacob concierto tono de voz que hizo molestar a jake. Antes de que el pudiera hacer algo, diego abrazó a Bree y miró a Jacob saludándolo. Sabía que ellos se conocían de aquella vez, aunque jake se mantuvo indiferente con eso. Lo tomé de la mano, necesitaba el contacto de su piel con la mía, era mas una necesidad que otra cosa.

Sentí una leve descarga por mi cuerpo, y entonces decidí soltarlo antes de que se viera mas obvio lo que pasaba. Me di vuelta para mirarlo de nuevo y aun sonrojada sonreí.
-Hola Jake- saludé aun mirándolo.

Por un minuto muy largo, no estoy segura si fue un minuto pero estoy seguro de que fue muy largo mis ojos no se despegaban de Nessie, aquella mirada tan suya, su sonrisa, sus mejillas rojas, estaba sonrojada por verme. Podía escuchar su corazón palpitar tanto como el mío, ella era mi razón de vivir, cada vez que la veía era como la primera, mi victima de imprimación había sido ella, y no estaba nada arrepentido, no podía pedir nada mejor, ella era mi mundo.

Ignoré a los 2 chupasangre que tenía adelante y tomé la mano de Nessie, mi mirada no podía despegarse de ella, era lo más hermoso que había visto, conocía a muchas bellezas en TV y sin duda Nessie era mejor que todas ellas juntas, tenía aquellos ojos de Bella y esa sonrisa que odio decirlo pero de Edward. Sabía que mi presencia allí la había dejado sin habla, quizá había sido mejor llamarle, pero las sorpresas a veces eran mejores, a parte ni sabía que se encontraría allí.

Desvié la mirada a los vampiros de nuevo que nos miraban como si no supieran que nos pasaba, el chico Diego lo había visto una vez en casa de los Cullen, como olvidar su testarudo humor, de los pocos vampiros que me caían mas o menos, solo mas o menos bien. Luego miré a la chica, ¿Bree?, seguramente ella no me reconocía, cuando los vulturis intentaron llevársela yo sufría de un ataque por culpa de un neófito, tenía mas preocupaciones que ver al licántropo herido.

Mi mano entrelazada con la de Nessie empezaron a sudar y me di cuenta que la estaba quemando, además los nervios que tenía la ponían así. Le dediqué una sonrisa, dulce y ella me habló. El sonido de su voz me dejó paralizado, hermoso en todo sentido.

La solté pero ella volvió a tomarme la mano, me di cuenta que me necesitaba, y eso sacó otra sonrisa testaruda de mi rostro.

-Hola Ness- dije y me di vuelta a los vampiros.

-Soy Jacob, novi…amigo de Nessie- dije y por dentro me golpeaba, aun no había tenido ninguna relación con Nessie, no tenía que precipitarme-Y esto aquí por si se metía en problemas- le contesté a la chica Bree y luego miré al otro vampiro.

-Diego, unos años más unos menos- contesté y le ofrecí mi mano, sabía que el captaba mis sentidos de humor mejor que nadie.

Aquel nombre me sonaba muy familiar pero no recordaba porque ……. Justo en ese momento llegaron a mi esos recuerdos del día en que Victoria nos hizo luchar contra los Cullen para tomar venganza de su amado; ahora recuerdo que cuando los Cullen me dieron una segunda oportunidad pude reconocer la voz de Carlise gritando Jacob, Jacob, pero después de esos gritos aquel vampiro llamado Emmet me tapó los oídos y no puede seguir escuchando.

Después de aquellos momentos de recuerdos me puse a reflexionar sobre aquella reacción que tuvieron Jacob y Ness en el instante en el que se vieron; no sabía que sucedía entre ellos para tener esa conexión tan fuerte, nunca había visto nada igual, pero eso cambió hasta que yo interrumpí ese momento.

Las simples palabras que dijo Jacob al final me despertaron de mis pensamientos entonces reaccioné de inmediato y volteé a ver a Diego esperando alguna expresión en su rostro, y saber porque había dicho eso Jacob pero lo único que vi fue una leve sonrisa que se dibujó en su rostro; confusa caminé hacia Diego y le pregunté: -¿lo conoces?- él me dedicó una gran sonrisa pero no dijo nada, de inmediato tomó mi mano y me hizo sentir una gran tranquilidad. Siempre que toma mi mano me transmite toda su serenidad y me hace sentir más segura con migo misma y con los demás.

En esos momentos de silencio mi mirada se dirigió a Ness pero ella seguía sentada en el suelo mirando a Jacob sin decir ninguna palabra; de repente escuché la voz de Diego y mi de inmediato mi mirada se desvió a su rostro esperando una respuesta a mi pregunta pero la respuesta fue para Jacob.

Renesmee, mi mirada se centró en ella y Jacob. La forma en que ambos se miraban era tan fuerte que nos hacían sentir incómodos a Bree y a mi. Justo en ese momento me dí cuenta de algo, la impronta de Jacob era ella, por como la mirada, la cuidaba y por como la seguían si aviso, claro yo lo llamaría que la asechaba, pero quien sabe como lo llamarían los lobos, protección?.

Nessie comenzó a sonrojarse sin apartar la mirada, y Jacob seguía perdido en sus ojos, yo bajé la mirada y luego la subí para encontrarme con los ojos desconcertados de Bree.
Jacob, Jacob… el único lobo con el cual haría una excepción, era de un humor divertido y quizá odiaba a Riley tanto como yo, eso nos daba razones para ser amigos.

Cuando por fin captamos la atención de los 2, Bree le preguntó que quien era y Jacob contesto “novi…amigo de Nessie”, vaya Jacob la has jodido, pensé siéndome por dentro.
Vi que nos saludó y a mi me ofreció la mano que inmediatamente acepté como saludo cordial frente a estas chicas, si no estuvieran nos saludaríamos con golpes como hacen los amigos de hoy.

-Mucho mas muchos menos Jacob- dije con una sonrisa- aunque debo decir que te pega eso de ser licántropo, de humano era mucho mas… aburrido- dije mientras sentía las miradas desconcertadas de Bree y Renesmee.

Bree caminó hacia mi y mi atención se centró en ella, sólo en ella. Me preguntó algo a lo cual no contesté simplemente le dediqué una sonrisa y la tomé de la mano. No hacía falta explicarle que cuando ambos éramos humanos (Jacob y Yo) también éramos amigos y compañeros de clase, tampoco hacía falta decir que nuestros padres en algún momento se había llevado bien.

-Y dime Jacob,¿Ya lo sabe?- pregunté mirando a Renesmee y luego regresando mi vista hacia el.

Después de saludarlo no podía conseguir que mi corazón regresara a su estado normal, y me mataba de vergüenza que los demás lo notaran porque estaba segura de que notaban que entre Jake y yo había un “algo”, si, el era mi mejor amigo pero últimamente había comenzado a sentir cosas distintas por el, cosas que yo no explicaría jamás, y cosas que mi padre Edward sabía con sólo leerme la mente y eso también me mataba, que mi padre se metiera a ver todos y cada uno de mis pensamientos, a veces le pedía a mi mamá Bella que me diera un poco de su escudo para bloquear a mi padre, pero siempre terminaba yo rompiendo su escudo, teniendo el don de romper escudos tampoco me ayudaba mucho.

Tranquila…, me dije a mi misma mientras respiraba normal con la miraba pegada al piso, ya empezando a traquilizarme escuché que me saludo y los latidos de mi corazón volvieron a incrementar con el sonido de su voz.

“Renesmee Carlie Cullen Swan tranquilízate! Solo es tu amigo… tu Jake” me regañé yo mismo con el tono como si fuera el mismo e inigualable Edward Cullen, como mi padre me regañaría si estuviera aquí leyendo todos y cada uno de mis pensamientos.

Escuché lo que dijo Jake e inmediatamente sentí como el color regresaba a mis mejillas, el había empezado a decir que era mi novio, pero antes de terminar la palabra la había callado por amigo. Jake sentía lo mismo o estaba loca?.No!, no estaba loca, Jake lo había dicho y yo no podría sentirme mas feliz y sonrojada por eso, trate de tranquilizarme pero fue completamente imposible, sentía miradas aunque nadie me miraba, me sentía en las nubes como en el suelo a la vez.

Me senté en el piso al lado de Jake y enfrente de Bree y Diego, sabía que Jake siempre quería cuidar de mi pero yo también podía cuidarme sola, estaba cansada que me viera como una niña yo ya tenía la bastante apariencia como para que dejaran de tratarme así, Bien tenía 5 años pero ya aparentaba muy bien los 17 no necesitaba ya niñeros, y eso no lo entendían ni mis padres, tíos ni Jake.

Me crucé de piernas y mi mirada se quedó pegada a mi Jake, aunque el miraba a diego sabía que captaba la presencia de mi mirada, yo no podía dejar de verlo, de imaginar que se sentiría estar tomada de su mano como Diego y Bree lo estaban y.. no podía pensar en eso!, solo era mi amigo, mi jake, mi lobito sólo eso.

El estrechó la mano con Diego y en el momento que se alejó unos centímetros sentí como me sentía levemente vacía, cuando regresó a donde estaba me sentí mejor, no podía creer hasta que punto lo necesitaba, tanto como la sangre o la comida.

Sentí la mirada de Bree pero yo seguí con la mirada en Jake, tenía que apartarla antes de que me sonrojara de nuevo, al fin había conseguido que mi respiración regresara a la normalidad.

Diego preguntó algo y me dejó helada, muy helada, ¿Qué me ocultaba Jake?, porque era más que obvio que hablaban de mi y algo que Jake me había escondido, los amigos no se mienten si embargo ahora notaba que Jake me escondía algo y bajé la mirada al piso al fin logrando evitar mirarlo.

-¿Qué debo saber?- pregunté con voz temerosa y mirando al piso.

Todo estaba jodido, mi Nessie ahora quizá empezaba a saca conclusiones por lo que había dicho, soy un estúpido lobo egoísta, si ella no quiere estar conmigo no tengo porque forzarla y ahora con esas palabras lo había insinuado y había sido uin completo idiota.
Sabía que Edward sabía tanto como yo que nadie la querría tanto como yo la quiero ni nadie la protegería como yo, pero todo era decisión de nessie, si no me quería a su lado no me iba a oponer, con las improntas, sólo debes querer su felicidad, pero si su felicidad es contigo… mejor aun.

Miré a Bree toda sacada de onda, la verdad es que conocía a Diego desde que tengo uso de la memoria, los amigos que juegan a los tazos de chicos o competencias de carritos, conocía a diego de toda la vida hasta que su padre murió y se tuvo que mudar eso lo recuerdo. Desde allí cuando lo trasformaron nos habíamos echo enemigos de porvida, o quizá solo de naturaleza.

El me estrechó la mano como sabía que lo haría y sentí en ese momento la mirada potente de Nessie, sabía que me miraba pero después de la tontería que había dicho me daba vergüenza voltearme a mirar sus hermosos ojos, los hermosos ojos de mi ángel.

-Y tu, vete… de humano eras igual de aburrido- dije con una sonrisa aunque por dentro el rechazo hacia nessie me estaba matando, como me gustaría estar allí sentado a su lado pero no podía hacerlo, no después de la estupidez que no deja de aparecer en mi mente.

Escuché lo que diego dijo y me quedé helado de pies a cabeza, ¿Qué planeaba?. Estaba claro que yo no le había dicho a Nessie que era mi impronta y por más que muriera en decírselo no podía hacerlo, Edward y Bella me lo había prohibido hasta que creciera. Sabía que odiaba que la trataran como una niña y lo entiendo de afuera y dentro ella era la chica-mujer mas hermosa que existirá, pero tenía 5 años, 5!, por más grande que se vea o sea ella no dejaba de tener 5 años y yo debía protegerla más que nada.

Miré a Diego con cara de “gracias idiota por arruinarlo” y luego miré a Nessie quien miraba hacia el piso. Su imagen así me destrozó el corazón, quizá pensaba que la había engañado o mentido y yo no le haría algo similar, ella era mi vida, mi ángel, jamás le haría algo parecido.

-No le he dicho- le contesté a diego con voz sentía y luego me hinqué al lado de nessie quien instintivamente me miró a los ojos y yo a ella. No podía mentirle más, ella era mi impronta y debía saber la verdad.

-¿Sabes que es la imprimación de lobos?- pregunté con voz baja haciendo que alzara más su rostro para verla completamente, ella asintió y yo lo hice con ella- Yo me imprimé..- comencé y respiré hondo- yo me imprimé de ti- dije esperando su reacción y luego miré a Diego y a Bree quienes nos miraba con asombro y esperaban tan igual como yo la reacción de Nessie.