Tan igual como siempre [Sarah]

Después de ir a ver a Destine me retire con ferocidad de su hogar algo enojado, me enojaba la idea de que sintiera que Darren era más fuerte que yo cuando no lo era, nadie era tan fuerte como los vampanez y eso debía entenderlo, sólo conocía una raza más fuerte que nosotros y eran los demonios, pero aun así yo había matado unos cuantos antes de hacer alianza con ellos.

Caminé por las calles de Inglaterra viendo a una chica que parecía más débil que nada, humana, sin rastro de ser otra raza, sería una presa muy fácil. La caché mirándome y le dediqué una sonrisa para que se acercara y en el momento que lo hizo la desmayé dejando que su cuerpo cayera sobre mis manos.

No había ningún humano cerca, estábamos por las 4 de la madrugada y los estúpidos dormían sin saber que jodidos pasaba por su mundo, eran tan ilusos que no merecían el derecho de vivir.
Tiré a la chica al suelo y me incliné hacia ella para hacer un corte profundo en sus venas y comencé a beber todo el jugoso liquido rojo que salía de ellas, tan exquisito aunque la chica parecía metida en drogas por el sabor de su sangre, pero de igual manera sabía bien. Sentí como la sangre escurría de mi boca cuando escuché un ruido detrás de mi y me di vuelta.

El olor me tomó por sorpresa, no creí que alguna vez la fuera a volver a ver, cuando tienes amigos en la infancia no siempre tienes la oportunidad de verlos tiempo después y mucho menos cuando tu te has convertido en otra cosa, pero ella era distinta, Sarah era distinta por su olor y su manera de casi no hacer ruido.

-Sarah..- dije mientras la veía intentando ocultar mi felicidad, si ella era vampiro no podría hacer otra cosa que alejarme, pero si era Vampanez las cosas se pondrían mejores.

Escuché mi nombre salir con su voz, no había cambiado en nada pero ahora se escuchaba como si extrañara algo, ¿extrañaba su mortalidad?. Me quedé allí dejando que la luna me iluminara por completo, la luna no me hacía más débil como el sol si no al contrario la luna me daba un poco de fortaleza.

Me quité la sangre con mi mano hasta que no quedara ningún rastro de ella y comencé a acercarme hacia ella viendo sus reacciones, últimamente no se podía confiar en nadie, todos los que resultaban ser tus amigos al siguiente día no eran más que enemigos a muerte y eso me había pasado con Darren hace unos años, traición de él hacia mi.

La miré a sus ojos notando que la mirada que tenía antes ya no estaba, ahora parecía un poco más vacía le faltaba algo, quizá ser feliz, pero al momento de dejar de ser humano era muy difícil conseguir la felicidad. El olor de ella era muy parecido al mío, mi pregunta era ¿Quién la había transformado?. Me tenía bien claro que no era una vampira y no podía dejar de sonreír ante esa idea pero aun así era más peligroso y era vampanez y la tenía en mi contra.

-Cuanto tiempo Sarah, has cambiado- dije mientras caminaba a su alrededor, pero lo que menos pretendía era asustarla. Me gustaba molestarla mucho, o antes solía hacerlo, pero ahora no quería eso, solo quería hablar y quizá recordar viejos… tiempo.

-Veo que de igual forma dejaste de ser humana ¿Cómo pasó?- pregunté pero había algo extraño en mi voz, había sonado como mi voz de antes, la misma voz de mi yo humano, no había sonado malvada como la que tenía desde que me transformé en vampanez.