Todo es maravilloso (Tyler)

Estaba recostada sobre la arena mirando al cielo, eran las 4:30pm, me iva a ir hasta que oscureciera y comúnmente oscurece a las 6:00pm, estaba ansiosa por ver la puesta de sol.

La playa estaba vacía lo cual era más relajante porque solo se podía escuchar el ruido de las olas rompiendo con la playa, me enderecé y vi una extraña figura que aparecía a lo lejos pero no podía distinguir bien, como no le tomé importancia me pare y me dirigí directo a la orilla de las playa saboreando el olor de brisa fresca que se paseaba frente a mi cara, cerré los ojos y me concentré en los sonidos del mar, como era una sirena si ponía atención podía escuchar todo lo que pasaba en la vida marina.

Me encanta poder saber que las creaturas del océano se encuentren bien, ya que mi especie depende de ellas.
Abrí mis ojos y me eché un clavado al mar, en menos de 15 segundos ya tenía mi cola, me sumergí y nadé por toda la orilla, mientras nadaba encontré sobre una piedra una bellísima estrella de mar, sus colores eran exóticos, me alegra ser una sirena porque puedo ver creaturas que nadie ha conocido, después de ver cada detalle seguí mi recorrido por la playa.

Mientas nadaba pude observar un par de piernas que se movían en medio del agua; como puede ser posible que haya otra persona aquí con migo si se supone que estaba vacía la playa antes de entrar a nadar, tenía que alejarme rápidamente de ahí para que no me vieran y causara un gran alboroto, me empecé alejar muy silenciosamente, pero un delfín nadó a toda prisa al lado de mi haciendo que me parara por completo, aquel delfín se dirigió a esa persona que nadaba por ahí, esa reacción del delfín se me hizo muy familiar, solo conocía a una persona que podía lograr eso comportamiento tan extraño con aquellas creaturas, y ese era Tyler, el chico qe había conocido hace tiempo y que ahora era mi novio, no solo eso, también era mi mejor amigo, mi hermano y mi confidente.

Me elevé a la superficie para rectificar si era Tyler, no se le veía la cara por la poca luz que había pero por la forma en la que actuaba con aquel delfín me aseguró que era Ty, nadé hacia él, cuando llegué a su lado mi cuerpo salió más del agua dejando mi pura cola sumergida.

-Hola Ty que gusto encontrarte por aquí-, el volteó a verme y sonrió, adoraba su sonrisa y su mirada porque ambas me daban seguridad me hacían tener más confianza en él. Ty era la única persona humana que sabía lo que era en realidad, desde que nos conocimos lo supo y me prometió no decir nada.

Tel delfín que estaba entre nosotros se marchó después de que Ty le hicieran unas señas extrañas, pero estábamos ahí los dos solos, mirándonos, cuando desvié la mirada me percaté que estaba la puesta de sol, que rápido se me había pasado el tiempo que no me di cuenta lo tarde que era, pero todos mis sentidos quedaron hipnotizados con aquella bella puesta de sol, mientras sucedía esto me fui acercando cada vez más a Ty hasta que nuestras manos se encontraron y entrelazaron, volvía encontrar mi mirada con la suya y le dije: -con que tu eras la persona misteriosa que vi al principio- reí cuando terminé de decirle, el también rió y asintió seguido de unas palabras.